martes, 8 de abril de 2008

Todo pasa, todo queda

Hace aproximadamente veintipico años, una amiga me presentó a una chica a la que yo, me informó luego, le gustaba. Quedamos un dia para tomar algo y , abrumado por la expectativa suscitada, fui incapaz de ser yo mismo y me comporté como un auténtico gilipollas: redicho, agresivo, impertinente, inseguro...un desastre. Nuestros caminos, obviamente, se separaron y hace poco me la volví a encontrar.Fui absolutamente incapaz de hilvanar dos frases con sentido y volví a ser, ay, aquel chaval sobrepasado y petulante de dieciseis años...

Tiene su lado bueno, después de todo. Pero lo pasé fatal.

No hay comentarios: